SOS para la Industria Colombiana

El país está pasando de ser productor a importador en muchos rubros de la economía nacional. Esta tendencia lleva a que cada vez sea más fuerte la presencia de productos importados en el mercado nacional, restando a las empresas colombianas posibilidades para competir y sobresalir en el marco de los Tratados de Libre Comercio (TLC).

 

Cuando el presidente de la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), Fabio Sánchez, anunció hace un año el cierre de la planta de Mazda en Colombia, explicó que esta decisión no afectaría su mercado puesto que la marca japonesa estaba muy bien posicionada y los colombianos seguían comprando sus vehículos. Eso quería decir que el trabajo que estaba realizando la mano de obra colombiana, se haría en alguna otra parte del mundo, pero la oferta de vehículos se mantendría igual.

Para quienes sí hubo un impacto evidente, fue para los 500 trabajadores, que a pesar de las buenas condiciones ofrecidas en los planes de retiro, quedaron sin su fuente de trabajo. Eso, sin contar los 2.000 empleos indirectos que generaba el funcionamiento de la ensambladora.

Entre las causas que fueron explicadas en su momento, Sánchez manifestó que la compañía había tenido un impacto muy fuerte con la pérdida del mercado de exportación, ya que la fábrica destinaba el 54 % de su producción al mercado externo, algo que ya habían perdido en especial por el cierre de las ventas a Venezuela.

Mientras la ensambladora cerraba sus puertas para enfocarse únicamente en la importación de vehículos, se anunciaba en varias partes del país la expansión de PriceSmart, una de las gigantes estadounidenses del comercio minorista, que abrió tiendas en Bogotá, Medellín y Pereira, que sumadas a las dos que ya funcionaban en Cali y Barranquilla completaban seis puntos de venta en el territorio nacional. Esta resulta ser una buena vitrina para los productos traídos del exterior, pues 80 % de la mercancía que ofrece la cadena es importada y 20 % es producción nacional.

Lea este artículo completo en la edición Febrero de la Revista Latinpyme, que ya está en circulación, adquiérala antes que se agote o suscríbase AQUI



SOS para la Industria Colombiana.

El país está pasando de ser productor a importador en muchos rubros de la economía nacional. Esta tendencia lleva a que cada vez sea más fuerte la presencia de productos importados en el mercado nacional, restando a las empresas colombianas posibilidades para competir y sobresalir en el marco de los Tratados de Libre Comercio (TLC).

Cuando el presidente de la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), Fabio Sánchez, anunció hace un año el cierre de la planta de Mazda en Colombia, explicó que esta decisión no afectaría su mercado puesto que la marca japonesa estaba muy bien posicionada y los colombianos seguían comprando sus vehículos. Eso quería decir que el trabajo que estaba realizando la mano de obra colombiana, se haría en alguna otra parte del mundo, pero la oferta de vehículos se mantendría igual.

Para quienes sí hubo un impacto evidente, fue para los 500 trabajadores, que a pesar de las buenas condiciones ofrecidas en los planes de retiro, quedaron sin su fuente de trabajo. Eso, sin contar los 2.000 empleos indirectos que generaba el funcionamiento de la ensambladora.

Entre las causas que fueron explicadas en su momento, Sánchez manifestó que la compañía había tenido un impacto muy fuerte con la pérdida del mercado de exportación, ya que la fábrica destinaba el 54 % de su producción al mercado externo, algo que ya habían perdido en especial por el cierre de las ventas a Venezuela.

Mientras la ensambladora cerraba sus puertas para enfocarse únicamente en la importación de vehículos, se anunciaba en varias partes del país la expansión de PriceSmart, una de las gigantes estadounidenses del comercio minorista, que abrió tiendas en Bogotá, Medellín y Pereira, que sumadas a las dos que ya funcionaban en Cali y Barranquilla completaban seis puntos de venta en el territorio nacional. Esta resulta ser una buena vitrina para los productos traídos del exterior, pues 80 % de la mercancía que ofrece la cadena es importada y 20 % es producción nacional.

 

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