Pérdidas económicas por el cierre de la vía al Llano superan los $2 billones

Un reciente informe de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad La Gran Colombia (UGC), revela un completo panorama de la situación que ha tenido que enfrentar el Departamento del Meta por el cierre a la Vía al Llano que duró 93 días.

 

Según el informe, después de tres meses del cierre de la vía, el Departamento del Meta está seriamente afectado. Los sectores más golpeados han sido la agricultura, el turismo, el transporte y el comercio. Las pérdidas superan los $2 billones.

 

Pese a las medidas del Gobierno en las que disminuyó el costo de los peajes y en algunas zonas el precio de la gasolina, es claro que este departamento, literal, está a punto de entrar en quiebra y de nada han servido, por lo menos así lo evidencian los preocupantes números que ha dejado la crisis, las 72 medidas implementadas y los $600 mil millones destinados a enfrentar la problemática.

 

Esta región del país produce alrededor del 30% de los productos agrícolas, entre ellos: lechuga, tomate, arroz, piña, yuca, soya y plátano.

 

En solo un alimento, como es el caso del arroz, su cosecha se vio afectada con un incremento de más de 30% debido a los gastos de trasporte. El Ministerio de Agricultura también confirmó que las pérdidas de la producción agrícola hoy están sobre el 18%; y solo el sector cervecero cayó un 80% en la zona.

 

Otras importantes pérdidas las arrojó el sector ganadero. Para tener en cuenta, el Llano produce alrededor del 60% de la carne de res que se consume en el centro del país, unas 10 mil cabezas de ganado que se venden a Bogotá por semana. Este sector por la crisis tuvo que incrementar sus gastos en un 40%.

 

Los sectores porcicultor, avicultor y piscicultor también fueron seriamente golpeados. En contexto, Bogotá consume aproximadamente 300 toneladas de carne de cerdo y unas 268 de pescado. Los sobrecostos hoy superan los más de $1.000 millones, sin contar la gran cantidad de clientes que se perdieron.

 

En turismo, también arrojó pérdidas millonarias. Los viajeros que salen de Bogotá hacía Villavicencio y viceversa pasaron de gastar 3 horas en este recorrido a invertir 17 por el cierre de la vía, ya que les tocó irse por otra carretera; se calcula que el sector ha perdido más de $1.300 millones diarios, unos $120 mil millones en los últimos tres meses.

 

Otras cifras evidencian que, entre mayo y junio, en comparación con el año pasado, cayeron 20% las ventas del turismo, los hoteles tuvieron que reducir sus nóminas en casi un 30% –registrando más de 1.200 despidos–, de hecho, seis cerraron, entre ellos el tradicional Hotel del Llano; y la cancelación de reservas ascendió al 93%.

 

Según Mario Camilo Torres, decano de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad La Gran Colombia, la reapertura de la carretera ha sido un gran aliciente para el país.

 

“Mucha es la tierra que ha corrido debajo del puente desde cuando tuvo que cerrarse por tiempo indefinido este importante corredor vial como resultado de los derrumbes y otras afectaciones graves en el sector del kilómetro 58 en inmediaciones de la cabecera municipal de Guayabetal, Cundinamarca”, afirmó.

 

Para Torres, el Gobierno, a través del Ministerio de Transporte, concretamente el Viceministerio de Infraestructura, ha hecho un manejo responsable de la problemática, que de por sí “es muy compleja por la naturaleza geológica, geomorfológica e hidrogeológica de este corredor, así como por las condiciones climatológicas que prevalecen en la zona y que por tanto requirieron la aplicación del denominado Principio de Precaución”, comentó.