
OPEN BANKING PARA MAYOR COMPETENCIA Y MEJORES OFERTAS FINANCIERAS
Por: José Luis López, Co CEO de Finerio Connect
La industria bancaria es una de las que más se ha visto beneficiada con la revolución tecnológica de la última década. Apalancada en la innovación, ha diversificado su portafolio de productos y servicios, y en algunos casos, ha creado nuevos modelos de negocio como es el caso de las fintech y sus ecosistemas de productos.
Una de las más recientes innovaciones del sector bancario a nivel mundial es el open banking. Con esta se busca el libre movimiento de los datos de los clientes, con su previa autorización, para que las compañías bancarias logren establecer y diseñar mejores productos ajustados a sus necesidades y realidad financiera personal, a la vez que disminuyen sus riesgos operativos. Hablamos de una competencia bancaria centrada en el cliente.
Ante el open banking y sus amplias posibilidades de impacto positivo, tanto en las instituciones bancarias como en los clientes, el reciente proyecto de decreto que reposa en el Ministerio de Hacienda plantea dos caminos: que sea obligatorio por parte de las entidades bancarias compartir los datos o que sea de manera voluntaria.
A la luz de la evidencia de los últimos años y la experiencia global, los datos concentrados en los bancos no han servido para acelerar mejoras en servicios y beneficios a favor del cliente. En cambio, si esos datos son por obligatoriedad compartidos, se puede crear servicios más inteligentes, personalizados y realistas, que catalizarán la competencia bancaria a todos jugar con las mismas cartas de datos sobre la mesa.
En caso de que se determine que sea de forma voluntaria, la banca abierta será solo de manera parcial, con una perspectiva de desarrollo e innovación lenta y parcial, y no se podrá obtener de ella todos los beneficios que, en otros lugares del mundo, como la Unión Europea, si han empezado a gozar. Sería ponerle palos a la rueda de la era digital a favor de las personas.
La banca abierta es un punto de encuentro, una interconexión entre agentes bancarios y no bancarios. Es un espacio en el que no existen operaciones de suma cero: todos pueden verse beneficiados bajo condiciones de seguridad, transparencia y equidad desde las regulaciones hasta la irrigación de recursos pro reactivación. Ganan los bancos al incrementar sus ventas y ganan los clientes al acceder a productos hechos a su medida y con beneficios extra y no a productos genéricos.
Conocer a los clientes ha sido por años una de las obsesiones del sector bancario. Saber qué necesitan, qué les interesa y qué pueden adquirir hace parte de la evolución de la industria financiera. No hay herramienta más útil para avanzar en ese sentido que la banca abierta.
El open banking es apenas el primer paso en un largo camino de regulación para el acceso a datos que se viene para el país. Opciones como el open finance, donde se trabaja con opciones financieras más allá de la banca, open data, un punto más avanzado que conecta entidades fuera del sector financiero, y las finanzas integradas ya operan en otras latitudes y hacen más dinámico el sistema bancario. En Colombia debemos apostar por este camino vanguardista para llegar con mejores ofertas a los clientes e insertarnos en la red bancaria internacional, lo que significa más oportunidades para el sector nacional.