Negocios de tradición

Las estadísticas internacionales muestran que ocho de cada diez empresas en el mundo cierran los negocios antes de completar sus dos primeros años de vida. En contraste, algunos Pequeños y Medianos Empresarios han demostrado que sí es posible mantenerse vigentes por cinco décadas o más, incluso siendo microempresas. ¿Cómo lo han logrado? Latinpyme encontró que el común denominador es la disciplina, el servicio y la constancia en lo que se hace.

En cada rincón del país  hay historias de emprendedores ejemplares que se han convertido en un modelo a seguir por su permanencia en los negocios que decidieron emprender, a pesar de los retos que surgen día a día para quienes deciden hacer empresa.

Doña Segunda, Doña Pachita, la Churrería Castrense, y Paste- ería Toledo, en Bogotá, entre muchos otros, hacen parte de la gran lista de marcas, que se suman a la Casa de Socorro en Cartagena y a muchas otras, que a pesar de las dificultades para hacer empresa en Colombia, la falta de financiación, las cargas empresariales o la falta de estímulos que algunos reclaman por parte del gobierno, han demostrado que sí es posible mantenerse en el mercado y ser exitosos.

El común denominador ha sido la disciplina y la pasión por lo que hacen, pero también han sabido adaptarse a las necesidades de los clientes. Poco saben del mundo empresarial. Las palabras planeación, financiación, o Balance Score Card están lejos de su argot empresarial. Sin embargo, se precian de ser los más organizados para el dinero y de su capacidad para gestionar eficazmente los recursos, que generalmente son limitados, y convertirlos en riqueza.

A diferencia de muchos empresarios, no han tenido ambición por el dinero, pero lo cuidan como el tesoro más preciado. Evitan endeudarse para no tener que pagar intereses y tienen como filosofía reinvertir en el negocio para generar un mejor servicio a los clientes. Como asegura doña Segunda Fonseca. “El éxito de un negocio está en la dedicación, el amor con que se preparan las cosas y la pasión por servir a los demás”.

La premisa de “atendido por su propietario” se ha mantenido firme a lo largo de los años con la convicción de que solo así es posible mantener la buena imagen de una empresa, estar atento a los empleados e identificar las oportunidades del mercado.

En otras palabras, estos emprendedores tienen en sus empresas una filosofía de vida, en la que priman la pasión, la disciplina y las ganas de sacar adelante sus proyectos de emprendimiento. Estas son algunas sus historias.

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