Microfinanzas, un semillero para las Pyme
Un pequeño crédito de $ 5 millones puede cambiar la vida de un emprendedor o de una familia entera, con visión de convertirse en empresaria. Las microfinanzas en Colombia son un impulso para quienes anhelan comenzar un negocio, convirtiéndose así en un semillero para Pequeñas y Medianas Empresas.
Astrid Orjuela es una emprendedora que decidió irse a vivir al campo con su esposo hace 22 años, para alejarse del estrés. Esta contadora bogotana compró un terreno en Subachoque, Cundinamarca y dos años después, en un viaje a Medellín se ?enamoró? de una cabra bebé que vio en un criadero y la compró. De esta forma, y sin pensarlo, incursionó en un negocio de venta de leche de cabra y genética con animales de origen, que desde el año pasado han venido poblando el país.
Para que la cabrita bebé no se sintiera sola, le compraron una hermanita y luego un cabro, y así empezó a crecer la familia de ocho miembros que se fue multiplicando y comenzó a generar ingresos con la leche que producían. Como buena contadora, Astrid hizo cálculos y decidió emprender un negocio con todas las de la ley, para lo cual solicitó un crédito para importar las pajillas (semen) de Francia que le permitirían, con esfuerzo, disciplina y dedicación, lograr un ?puro de origen?, como se les denomina a los cabros de raza legítima.
Primero tocó las puertas de un banco especializado en agro, pero le exigían hipotecar la finca, a lo cual ella se rehusó, siguió buscando y encontró a Bancamía, donde le prestaron $ 5 millones, el primero de cinco microcréditos que ha gestionado con esta entidad que atiende en Colombia a más de 800.000 emprendedores. Sin estos microcréditos ?como ella misma lo reconoce- no hubiera podido crear su Aprisco Villa la Esperanza, hoy reconocido en el país, por el Instituto Colombiano Agropecuario ?ICA- como uno de los pocos libre de aftosa y encefalitis, entre otras enfermedades que atacan a estas especies, ventaja que le sirvió para ser escogido por clientes peruanos a través de ANCO, la Asociación Nacional de Caprinocultores y Ovinocultores de Colombia, para exportar dos ejemplares en noviembre del año pasado, una tarea nada fácil por las exigencias sanitarias y demás procesos de comercio exterior.
Aprendida la lección de las exportaciones, la visión de Astrid es seguir poblando con sus crías a Perú, así como aprovechar el boom en Colombia del consumo de leche y derivados de cabra que va en aumento por las propiedades saludables que tiene este lácteo frente a otros ? bajo en lactosa- por lo que es apetecido para preparar dulces, helados, quesos y llegar así a un público fitness, siguiendo la tendencia europea de consumo de leche de cabra. Los esposos Orjuela cuentan hoy con 400 animales que requieren cuidado, instalaciones adecuadas, equipos de incubación y tecnología de punta para mantenerse saludables y con un adecuado nivel de producción.
?Los microcréditos han sido de gran ayuda para potenciar el negocio?, cuenta Astrid, quien destaca esta alternativa de financiamiento porque ofrecen tasas blandas y las aprobaciones y desembolsos rápidas. ?No son complejos de solicitar, no tienen muchos requerimientos y realmente son una solución para las Pyme?, destaca la emprendedora.
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