Más de $12.000 millones invirtió la Fundación Bancolombia en proyectos de impacto social

Más de $12.000 millones invirtió Bancolombia en programas sociales durante 2019 por medio de la Fundación Bancolombia, con lo que se consolida como un actor que busca trascender su rol en el sector financiero para involucrarse en el desarrollo económico sostenible de las regiones.

 

Desde hace cuatro años, la entidad se dispuso a concentrar esfuerzos en el agro, y no solo en función de sus negocios, sino en materia de apoyo a los territorios rurales del país, a través de iniciativas que buscan hacer del campo colombiano un ambiente próspero e innovador.

 

“Aquí se hace clave nuestra inversión en materia de educación, emprendimiento y trabajo con aliados”, explica Cipriano López, vicepresidente de Innovación y Sostenibilidad de Bancolombia.

 

Bajo el espíritu de impulsar negocios sostenibles que ayuden a crecer las oportunidades del campo, la fundación lidera proyectos como:

 

El programa Cuentas sin cuento, que ha acompañado a 343 familias rurales en la construcción de una vida financiera saludable en 12 municipios de Caldas, Cundinamarca y Antioquia. El resultado de este acompañamiento es que 75% de los asistentes a los talleres desarrollaron buenos hábitos financieros y mayores expectativas de ahorro.

 

El programa En-Campo: negocios que comparten valor, que distribuye COP 1.000 millones entre proyectos con impacto positivo y medible en las familias rurales colombianas.

Otorgamos 167 becas a través del programa Becas Sueños de Paz, dirigido a jóvenes que viven en la ruralidad, lo que facilita su inserción a la educación superior. Además, nos comprometimos a otorgar 500 becas en los próximos cinco años.

 

Somos parte de la Red Latinoamérica de Filantropía Estratégica e Inversión de Impacto, para atraer y conectar inversores sociales, y proporcionar servicios de valor agregado que les permitan aumentar su impacto social.

 

La inversión en la estructuración, capacitaciones y asesorías del proyecto agroforestal de açaí orgánico, liderado por la organización Corpocampo en el departamento del Putumayo.

 

Estas y otras acciones “promueven nuestra vocación de impactar positivamente el desarrollo de las regiones y eliminar brechas entre el campo y la ciudad, haciendo de la ruralidad un territorio atractivo para los jóvenes, que sea motor de desarrollo sostenible”, finaliza el directivo.