
Las pymes deben mejorar el uso de la productividad de sus activos: IARA
En Colombia las pequeñas y medianas empresas “PYMES” constituyen la principal fuente de empleo, y son parte fundamental del sistema económico. Las PYME estimulan la empleabilidad y hacen una gran contribución social generando empleos que es condición necesaria para la disminución de la pobreza. Según los últimos estudios del DANE sobre el desarrollo empresarial a nivel nacional, el 80% de la fuerza laboral del país está concentrada en este tipo de compañías.
Estas cifras concuerdan con las que entregó recientemente la Cámara de Comercio de Bogotá que indica que, solo en la capital del país cada tres minutos se crea una nueva empresa. Lo preocupante es que Confecámaras afirma que la tasa de sobrevivencia de nuevos emprendimientos es del 29.7% y el 70% de las empresas fracasan en los primeros 5 años.
Según Felipe Torres, expresidente del Programa de Transformación Productiva, «El país necesita más empresas con cultura de la productividad: que planeen, definan indicadores, midan sus procesos, aumenten la calidad, reduzcan sus costos y optimicen los recursos para tener una oferta más competitiva en el mercado local e internacional”.
IARA Consulting, grupo de consultoría en estrategia empresarial, quiere apoyar a los empresarios que son los motores para mejorar la productividad del país: “las empresas están muriendo por una falta de productividad en el uso de sus activos”.
Para lograr aumentar la productividad es necesario entender los problemas que enfrentan las empresas. Partiendo de las alarmantes cifras de fracaso empresarial y de la idea que, la generación de empleo depende de un sector que requiere una transformación productiva para sobrevivir.
“Es nuestro credo que la competitividad del país depende únicamente del mejoramiento de su la productividad y este a su vez depende de la productividad de sus empresas. En Colombia las PYME juegan un papel preponderante.”
Para IARA el desarrollo de cualquier tipo de proyecto requiere de una gestión estratégica que busque aumentar la productividad de sus recursos y procesos. Para ello se debe entender la empresa como un círculo de generación de valor, no como una cadena de valor. Esto implica reconocer que las empresas son sistemas en evolución y los sistemas en evolución no dependen de un diseño sino una gestión adecuada y un accionar correcto.