La RSE, el ADN de las Pyme

Entendida como una política que debe permear a todas las áreas de la empresa, la Responsabilidad Social Empresarial debe estar inscrita en los planes estratégicos y en la misma definición de la identidad de una compañía. Además de conducir a acciones con conciencia social y ambiental, facilita el camino a la competitividad. Esa macromolécula que tiene escritas las instrucciones de cada ser vivo, que le informa al cuerpo humano cómo debe formarse cada una de sus partes, cómo crear un órgano, cuál es el sexo, el color de piel, la estatura y cada característica que lo hace único es el ADN. Una microscópica estructura cargada de información que marca la vida de los individuos.

Las empresas también están cargadas de información que definen su identidad, la misma que se demuestra en cada decisión, en cada acción, en cada proyecto que se emprende, así como en la manera como se relaciona con su entorno. En esa estructura, invisible pero altamente perceptible, se encuentra un núcleo que no es más sino la forma de relacionarse y gestionar toda su cadena productiva de la empresa.
Su importancia es mayor de lo que el común de las personas se imagina, ya que esta â??información genéticaâ? afecta a una cantidad importante de personas y se constituye como un elemento que puede elevar la rentabilidad competitividad de la empresa, además de representar beneficios sociales, ambientales y económicos.
Cuando la Responsabilidad Social se convierte en el ADN que está presente en toda esa información que da huella a una empresa, lograr este éxito es más fácil. Pues se trata de prácticas y políticas que se enmarcan dentro de un contexto de mejoramiento de la competitividad y que inevitablemente tiene un impacto directo en la vida de una gran cantidad de personas y sus familias, así como de los ecosistemas en los que se desarrollan las actividades empresariales. Hasta el momento, las motivaciones que han llevado a los empresarios de las Pyme a implementar la Responsabilidad Social Empresarial han sido intuitivas, y gran parte por motivaciones personales de los propios empresarios. Sin embargo, oportunidades de negocio como el de las exportaciones, que se han visto incrementadas para las Pyme durante los últimos años gracias a los acuerdos comerciales con otros países, hacen que las empresas tengan que cumplir con exigencias cada vez más altas de los mercados internacionales relacionadas con la Responsabilidad Social.
Independientemente de por qué lo hagan, es un hecho que las Pyme que adoptan prácticas de Responsabilidad Social Empresarial optimizan su desempeño financiero, reducen sus costos operativos, mejoran su imagen y reputación, y generan confianzas al interior de la empresa. De esta manera logran formar una cultura organizacional más sólida y estable en el tiempo.

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