La comunicación en la era de la Posverdad

Entre los grandes retos que enfrentan hoy los empresarios está la forma de hacer publicidad, de llevar el mensaje a las audiencias y de mercadear los productos y servicios para obtener el SÍ de los clientes. En un mundo donde la tecnología está generando cambios y el exceso de información puede llegar a confundir, es clave entender lo que está pasando para replantear las estrategias de marketing y mantener la conexión con el público.

¿Qué tienen en común el Brexit, las elecciones de Estados Unidos, y la campaña de referendo en Colombia? Aparentemente nada, pero al mirar el contexto en que se dieron sus resultados y las reacciones generadas tras las decisiones que se tomaron en cada uno de los casos, es claro que tenían un común denominador: construyeron sus campañas de comunicación con verdades a medias y en muchos casos con mentiras disfrazadas de verdad. Esto es lo que se conoce como Posverdad, un concepto que la revista The Economist ha descrito como una confianza basada en afirmaciones que se ?sienten verdad? pero no se apoyan en la realidad.

Cada vez son más las personas, grupos y entidades que acuden a la posverdad en el mundo para conseguir el apoyo masivo a sus ideas, proyectos e incluso para promover la compra de productos y servicios.

La fuerza que ha tomado el concepto es tan grande que logra confundir el deseo con la realidad, al jugar con prejuicios que son muy aceptados por la sociedad.

En su reciente visita a Colombia, el director del Centro de Estudios Superiores en Comunicación y Marketing (CESCOMPOL), Julio César Herrero dijo que ?la cantidad de información a la que hoy tienen acceso las personas está llevando ?lamentablemente- a que la gente no se informe a profundidad de los temas, dejando una puerta abierta para la manipulación, ya que la gente cree lo que quiere creer?.

Lo anterior se evidencia en memes (ideas expresadas de manera humoristíca que se difunden por los medios virtuales y todo tipo de comunicación multimedia, que va pasando de persona en persona hasta alcanzar una amplia cantidad de público), rumores falsos e ideas que se arraigan rápidamente en la mente del consumidor, en la que se advierte algún riesgo que podría afectar sus intereses personales como la salud, pensión, sostenibilidad financiera y acceso al trabajo, entre otras alternativas, despertando la indignación de las personas y llevándolas a tomar decisiones movidas por la emoción y no por la razón.

Esto mismo es lo que se aplica en el mundo de la publicidad. Los anunciantes, han buscado ?por años despertar la necesidad de las personas frente al consumo de algunos productos y servicios. Esto lo logran a través de las emociones y una vez atrapan al consumidor lo convencen algunas veces con verdades a medias para lograr la compra de un producto.

Al comienzo todo era válido, pero en la medida que la oferta ha venido aumentando y con ella las guerra de estrategias comerciales, se comenzó a hablar de ?Publicidad engañosa? y se activaron las medidas para defender al consumidor.

 

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