Imagen corporativa, ¿Para qué?

La imagen corporativa de la empresa es fundamental, es la manera por la cual transmite: quién es, qué es, qué hace y cómo lo hace.
En esta época, en la que las Pyme se enfrentan a un mercado competitivo y cambiante, la imagen corporativa es un elemento definitivo en cuanto a diferenciación y posicionamiento en el mercado.

Esta imagen está formada por diversos componentes que, al trabajar conjuntamente, permiten posicionar a la empresa en la mente del cliente. Lo importante es que todos los elementos sean parte de las actividades diarias y de la cultura corporativa, con el fin de generar reconocimiento por parte de sus clientes y trabajadores.

A continuación los componentes que desatacan los publicistas y expertos en el manejo de imagen corporativa:

El nombre de la empresa: de este depende la primera impresión que el público se lleva. Por eso es muy importante escogerlo correctamente. Se recomienda que el nombre tenga relación con la esencia de su negocio, pero también que sea breve, fácil de recordar y lo suficientemente creativo como para distinguirse de la competencia.

El logo: para construirlo hay tres alternativas, una, puede ser usando sólo palabras, es decir un logotipo; otra, sólo imágenes (isotipo) o, combinar las palabras y las imágenes, lo cual sería un isologotipo. Es importante que el logo sea comprensible y atractivo, por ello, el diseño deberá considerar tanto a la clientela como a la competencia y contener el mensaje o idea que desea transmitir.

Eslogan: es necesario que la frase utilizada sea una promesa sobre los beneficios del producto o servicio que la empresa ofrece y que además sea un elemento diferenciador de la competencia. Debe tener originalidad y dar una impresión de prestigio y credibilidad al negocio.

Sitio web: hoy, es fundamental contar con un dominio propio, preferiblemente que contenga el nombre de la empresa. En caso que este genere confusión con otras empresas, es recomendable usar alguna palabra relacionada con el negocio. Es importante que el diseño sea amigable, que tenga una interfaz fácil de manejar y que permita obtener información clara sobre la empresa, sus productos y cómo adquirirlos.

Brochure: no se les puede dar el tratamiento de folletos o manuales del negocio, sino que se deben considerar como las tarjetas de presentación, o mejor, como la vestimenta de la empresa.