Formalidad para la bancarización de las Pyme

Uno de los ejes centrales para impulsar la economía y el crecimiento de industrias es la bancarización. La inclusión financiera de la población en general, ayuda a contribuir al desarrollo e implementación de opciones de funcionamiento para las Pyme, ofreciendo canales alternos de pago, como los pagos vía celular o la banca electrónica, que ayudan a reducir gastos operativos de las instituciones financieras.

Pese a que los bancos consideran que el sector de las pequeñas y medianas empresas es fundamental para el crecimiento de la economía, y a pesar que muchas entidades han diseñado portafolios especializado para este segmento, algunos bancos y entidades financieras admiten no estar tan preparados para atender a las Pyme, por lo menos en lo que tiene que ver en materia crediticia.

Así se refleja también en la más reciente encuesta ‘El missing middle y los bancos’, elaborada por la Federación Latinoamericana de bancos (Felaban), en la que se consultaron a más de 110 entidades de 19 países de la región, incluida Colombia.

Aunque el 90% de las entidades consultadas considera que las Pyme hacen parte de la estrategia de la entidad y el 75% admitió que cuenta con una sección especializada en la atención de este mercado, buena parte indicó que tiene obstáculos internos para prestarles servicio.

En efecto, el 56% de los bancos y el 47% de las entidades microfinancieras encuestadas por Felaban indicaron que estas limitaciones para atender adecuadamente a las Pyme en materia crediticia son inadecuados sistemas de credit scoring, para medir el riesgo, y la falta de capacitación del personal para atender a esta categoría de empresas. Sin embargo, es el alto grado de informalidad que registran las Pyme lo que más dificulta llegarles con financiamiento.

Según los expertos, la informalidad se presenta en varias formas, que son críticas para la toma de decisión crediticia de los bancos; por ejemplo, falta de los estados financieros auditados, de historia crediticia, de garantía, etc.

Pese a estos factores, y dada la importancia que tienen las Pyme para el desarrollo de la economía, la mayoría de entidades consultadas (92%) cuenta con una política de financiamiento activo para las pequeñas y medianas empresas.

En Colombia, la cartera del microcrédito es una de las más dinámicas, pues crece a tasas anuales de 11,3%, lo que ha permitido que su saldo actual alcance los 9 billones de pesos, solo en las entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera.

En los primeros ocho meses del 2014, se desembolsaron más de 90.500 microcréditos nuevos, por valor de 478.270 millones de pesos.

En promedio, el 39% de los bancos en Latinoamérica destina entre el 1 y el 20% de los recursos de su cartera a atender el financiamiento de las Pyme. La mayoría de entidades espera que la cartera destinada a estas empresas crezca 20% en 2015.