Focus group, una herramienta útil

El grupo focal, más conocido como focus group, es una metodología que permite recolectar información necesaria para una investigación de mercado. Consiste en reunir a un pequeño grupo de 6 a 12 personas con el fin de generar un ambiente de discusión en torno a un producto, servicio, idea, campaña publicitaria, etcétera.

 

En esta reunión, la charla es dirigida por un moderador que hace preguntas y genera una discusión en torno al tema o producto que se investiga; el objetivo es lograr que los participantes expresen ideas y sentimientos honestos. Es importante que este moderador guíe la discusión y evite que se desvíe del tema de interés, algo que puede ocurrir fácilmente.

Para lograr utilizar esta técnica de manera eficiente, en primer lugar se debe determinar el objetivo o razón de investigación, luego hay que determinar el tipo de información que se va a recolectar, según las necesidades que impulsaron la realización de este estudio.

Un ejemplo del uso de esta técnica podría ser el de una empresa de cosméticos, la cual reúne un pequeño grupo de consumidoras para probar una nueva crema de manos. En el ejercicio observarían su comportamiento y sus reacciones ante el producto, para luego iniciar una discusión sobre su experiencia. Con base a la retroalimentación obtenida, se podría determinar la factibilidad de lanzar esta crema al mercado. De la misma manera, se puede implementar el focus group para generar una lluvia de ideas, con el objetivo de encontrar oportunidades de negocio o buscar soluciones de mercado.

Para los expertos del mercadeo, la ventaja de utilizar la técnica del focus group es que permite obtener una amplia variedad de información sobre ideas, opiniones, emociones, actitudes y motivaciones de los participantes. En cambio, la desventaja radica en que se recogen muestras pequeñas, por lo que los resultados no se podrían generalizar y, además, las respuestas de los participantes podrían estar influenciadas por la opinión general del grupo.

Una recomendación es utilizar esta técnica como parte de un estudio de mercados, el cual debe incluir otras herramientas que permitan enriquecer la calidad de la información obtenida, como por ejemplo encuestas, entrevistas, etcétera.

Para optimizar la realización de esta metodología es necesario tener en cuenta:

Que se realice en una sala amplia y cómoda, de modo que los participantes se sientan relajados y sus respuestas sean espontaneas y auténticas. Es clave que se haga en un ambiente tranquilo, pero algo informal, de modo que los colaboradores se sientan estimulados a participar.

El tiempo de duración aproximado es de una o dos horas y es común que las sesiones se graben para estudiarlas posteriormente. Menos tiempo no permitirá conocer la opinión de todos y más tiempo podrá generar cansancio en los participantes. Con frecuencia se paga una pequeña suma de dinero a los participantes por su asistencia o se regalan los productos utilizados en la investigación.