¿Estamos frenando la innovación en nuestra empresa?
En varias ocasiones cometemos errores, sin querer, que afectan el crecimiento y el desarrollo de nuestra empresa. Para ser competitivos y sobresalir en el mercado debemos tener la mente abierta, aprovechar las oportunidades que nos ofrece el entorno y sacarle provecho al potencial de los colaboradores de nuestra empresa. Sin embargo, es difícil adaptarse a un modelo de negocio que impulse la innovación para desarrollar productos y servicios que triunfen en el mercado.
Paula Gaviria, Vicepresidente de activación de marca de PRAGMA S.a., nos expone 7 aspectos que pueden ser los causantes de un freno en la innovación de nuestra compañía: La pena, la pereza, la procrastinación, el perfeccionismo, los paradigmas, el paternalismo y la pobreza de espíritu.
La pena paraliza a los emprendedores, muchas veces se tienen excelentes ideas pero hace falta la seguridad y confianza en nosotros mismos para darlas a conocer. Vale resaltar que equivocarse genera un aprendizaje, por lo tanto no hay que temerle a tomar riesgos; todos los aportes generan valor.
La pereza frena la posibilidad de innovar, muchas veces nos sentimos cómodos haciendo lo que siempre hemos hecho. Preferimos hacer lo que funciona que ponerle acción a nuestras ideas. Por lo tanto es necesario tener un propósito, si creemos en lo que hacemos estaremos comprometidos y dispuestos a dar más del 100%.
Dejar para mañana lo que se puede hacer hoy, o procrastinar, hace que nuestras ideas pierdan vigencia o, aún peor, que nunca se lleven a cabo. No se puede perder el norte de lo que queremos lograr, por esto hay ser conscientes de la importancia de planear y priorizar.
Ser perfeccionista es bueno, pero esta cualidad llevada al extremo se puede convertir en un defecto que inmoviliza la acción. No siempre es necesario tener todo terminado y detallado a la perfección para mostrarlo. Las entregas parciales de avances tienen poder y motivan a seguir trabajando, descubrir errores en la marcha da la oportunidad de mejorarlos a medida q se desarrolla el proyecto.
Es necesario romper los paradigmas, las buenas ideas pueden venir de cualquier lado. Debemos tener la mente abierta, estar dispuestos a escuchar y respetar las opinión de los demás.
Caer en el paternalismo es esterilizarse en materia de innovación. Debemos ser flexibles, darles la oportunidad a nuestros colaboradores de apropiarse de sus retos, de crecer, de cometer errores, de darle vida a sus ideas. Todo esto teniendo en cuenta que ser autónomo implica asumir la responsabilidad de nuestras decisiones y acciones.
No se llega a ningún lado siendo pobre de espíritu. Es esencial creer en algo, tener un propósito y estar motivado. Al tener sueños y estar apasionado con lo que se hace, con seguridad el resultado será fabuloso.
Para superar los frenos se debe identificarlos y contratacarlos por medio de una buena actitud y disposición al cambio. Si se encuentra en su empresa con colaboradores que tengan alguno de estos, hágalos caer en cuenta de cómo combatirlos. Un miembro del equipo transformado será un motor de la innovación tecnológica y de la transformación positiva para la empresa.