El impacto de una posible crisis sobre las Pyme carboneras

Las noticias internacionales registran que China y Estados Unidos, dos grandes consumidores de carbón, están buscando que la energía que utilizan provenga de fuentes limpias y renovables.

 

Según la Andi, a pesar de que es prematuro cuantificar el impacto, sin duda estas decisiones tendrán efectos en el mercado internacional del carbón y por supuesto en Colombia, ya que se trata del cuarto país exportador con alrededor de 90 millones de toneladas que significan cerca de 12% del total de exportaciones del país.

Esto significa que el impacto también se verá reflejado en las finanzas públicas, considerando que el sector genera 17% de las regalías colombianas, es decir $1,3 billones.

Además, se suma la caída de los precios. Durante los años que se vivieron precios altos del mineral, en el mundo se presentó una sobreoferta y hoy, con una demanda en caída, los precios han disminuido entre 40% y 50%.

Para contrarrestar esto, las grandes compañías han venido disminuyendo los altos costos de producción y cerrando sus operaciones, lo cual ha desacelerado el crecimiento que venía teniendo la oferta en los últimos años.

Según lo han explicado los expertos, el mayor efecto lo vivirán las empresas pequeñas. Primero porque, con la caída de los precios, estas pequeñas productoras no alcanzan a exportar ya que los fletes representan el 50% de los costos; lo cual los deja sólo con la demanda interna que tampoco es suficiente. Por otra parte, si intentan conservar los volúmenes de producción y ajustar los gastos a mínimos se verán en serios problemas, pues cerrar una mina subterránea implica la quiebra total y su reapertura sería algo aún más costoso. Esto ha generado que, varios pequeños y medianos mineros, hayan decidido parar su producción.

Según lo ha manifestado a la prensa la Asociación Colombiana de Minería (ACM), por el momento la industria quiere mantener una postura algo optimista, esperando que la crisis no sea tan profunda y que los precios se mantengan entre US$45 y US$40 por tonelada. Sin embargo,  a la ACM le preocupa que la producción está muy por debajo de lo que se había planteado el gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo, donde la meta era 124 millones de toneladas, después las rebajaron a 115 y ahora están en 95.

Para esta asociación, es importante que las empresas diversifiquen sin salirse de su actividad minera, un ejemplo claro puede ser apostarle a producir materiales como los de construcción y canteras, donde la inversión es poca y puede generar ingresos significativos.

Finalmente, para las exportadoras es bueno implementar un programa de mejora en eficiencia, racionalización de los costos y ajuste a las inversiones de capital, para mitigar la caída en los precios y la mayor carga tributaria.

Mientras esto pasa sucede en la industria, el gobierno anuncia que dentro del Plan Nacional de Desarrollo se asignarán recursos para el sector minero energético, que representa el 16% del total de presupuesto que hay para inversión, siendo el sector con mayores recursos.