El apoyo a industrias creativas incentiva la liquidez empresarial

El decreto 697 de 2020 que reglamenta las condiciones mediante las cuales se podrá aplicar el incentivo tributario de deducción por inversiones o donaciones a diversos sectores creativos vinculados a las artes, el emprendimiento y la cultura en el país, es
una política fiscal beneficiosa con pocas limitaciones en cuanto a su alcance y magnitud y significativas ventajas para los contribuyentes como la deducción del 165 por ciento en el periodo gravable en el que se realice la donación o financiación. La implementación del beneficio, que requiere del involucramiento del Ministerio de Cultura a través de una entidad sin ánimo de lucro, CoCrea, genera eficiencia tanto para los beneficiarios como para los contribuyentes.

La inversión o donación, que debe ser exclusivamente de dinero y no en especie, se realizará a través de encargos fiduciarios, con el fin de proteger y velar porque se inviertan para lo que fueron diseñados. Sin embargo, cuando los montos de los proyectos no superan los 100 SMMLV, el citado decreto exime de la obligación de crear un patrimonio de encargo fiduciario y en
contraposición, permite que los recursos se manejen a través de cuentas bancarias remuneradas y exclusivas.

Uno de los mayores beneficios de esta convocatoria pública es la deducción del 165 por ciento del valor invertido o del valor donado y que podrá ser otorgada en el periodo gravable en que sea efectivamente realizado. De esta manera, al ingreso neto se le restarán los costos y una vez restados los costos que son deducibles fiscalmente, se llegará al valor denominado renta bruta,
que a su vez se le detraerán las deducciones para llegar a la renta líquida.

En las deducciones es donde se incluirán las donaciones o inversiones en economía creativa y es allí donde se verá implementado el beneficio otorgado porque permitirá avanzar hacia una renta líquida que, a la que una vez establecida, se le aplicará el impuesto del 32% fijado para 2020. Para Ciro Meza, socio líder del área de práctica Tributaria en Baker McKenzie, “si bien hay muchos beneficios que están construidos sobre la mecánica del descuento, es decir, con un menor valor del impuesto a pagar, la deducción es una detracción de la base gravable, así que, si un contribuyente tiene una deducción avalada como inversión en cultura y acreedora del beneficio, la deducción se subiría al 165 por ciento con lo cual la renta gravable disminuiría. Esto
en términos de tasa efectiva significa también una reducción y por ende un incentivo para el contribuyente.”

Adicionalmente, con este apoyo particular a las industrias creativas, la tasa efectiva se podría reducir al llevar una contabilidad fiscal que, al traducirla en la declaración de renta del contribuyente, será del 165 por ciento, lo que significa que la utilidad fiscal que se va a reportar en la declaración de renta va a ser inferior a la utilidad contable que está reportando la compañía. Esta deducción del 165 por ciento se puede generar sin límite.