Directores de la felicidad, una nueva figura en las empresas de hoy

Las organizaciones están en un constante cambio, uno que les permite convertirse en empresas con una población diversa y empáticas en su forma de pensar, centradas siempre en las necesidades específicas de sus clientes y colaboradores. Sin embargo, con todos los cambios, la importancia que se le da a las ideas, una cualidad humana difícil de reemplazar con lo artificial, se mantiene como un pilar inamovible.

 

Teniendo en cuenta esta realidad, ha surgido la necesidad de simplificar y hacer más productivos cada uno de los procesos internos, y es ahí en donde la digitalización en primer plano y la Inteligencia Artificial (IA) comienzan a afectar a industrias enteras.

 

Lo anterior genera que las economías y el conjunto de habilidades humanas evolucionen más rápido que nunca, trayendo como consecuencia natural el auge de nuevos puestos llamados Gerencias Sénior.

 

Pero ¿cuántos de estos nuevos puestos son necesarios realmente? ¿Será que estamos llenando las salas de juntas con puestos de especialidades técnicas o funcionales muy específicos, cuando lo que realmente importa es la visión de negocio y liderazgo?

 

Las Gerencias Sénior nacen de la tendencia de explorar nuevas funciones ejecutivas que, independientemente de cualquier nombre que reciban, son sólo una forma para que las empresas recuerden que deben ser más humanas y acelerar el flujo de ideas.

 

Paola Pulgarín, Associate Partner de Page Executive, firma que hace parte de PageGroup, aseguró que “mientras más Gerencias Sénior tenga una empresa, en teoría, podrá arrojar más ideas al CEO y responder a ellas. Las nuevas gerencias pueden tomar el control de las ideas, poseerlas, llevarlas directamente a quien toma las decisiones, acelerar los procesos y ser más reactivas.” Así mismo, la experta resaltó que muchos de estos puestos se relacionan con áreas específicas del negocio, lo cual no quiere decir que estén enfocados como antes a experiencias del cliente, ni que sean concretamente puestos en el área digital o de información.

 

El de director de la Felicidad (CHO) es uno de estos nuevos roles, que se caracteriza por ser inspirador, líder y práctico. Sin embargo, el CHO no es aquel que va de un lado a otro haciendo feliz a la gente todo el tiempo, este es un gerente de proyecto que planea iniciativas tales como capacitaciones, eventos, celebraciones y actividades que ayuden a la gente a entender su propósito dentro de la organización, especialmente en una era donde los Millennials componen la mayoría de la fuerza de trabajo.

 

De acuerdo con Alexander Kjerulf, fundador y director de la Felicidad en Woo- Hoo Inc. El rol del director de la Felicidad está fundamentado en una realidad, la de atraer y retener el mejor talento dentro de las compañías, a partir de la buena experiencia de sus trabajadores. Las emociones positivas dirigen la lealtad del empleado mejor que las tácticas de retención. “Básicamente si tu trabajo te hace feliz permanecerás más tiempo, aun cuando puedas irte por un mejor salario a cualquier otro lado”, explicó el experto.

 

Aun cuando suena superficial y en gran medida extraño, el rol del director de la Felicidad es mucho más profundo, este se enfoca en las emociones humanas, con el fin de crear un lugar para humanos en un sistema que no necesariamente está hecho para ellos.

 

En conclusión, las Gerencias Sénior, en donde se destaca el director de la felicidad, son puestos que fueron creados especialmente para ayudar a acortar brechas en las compañías, integrar canales de comunicación y hacer que se mantenga el trabajo interdisciplinario. “Si el negocio puede invertir en un nuevo cargo y hacer a la gente más comprometida, feliz y productiva, mientras que impulsa los ingresos y mejora los resultados de la organización, esta es la definición de un buen liderazgo”, agregó Pulgarín.