Desde las rocas, en shot o con café el Brandy Domecq celebra el mes del Padre

Sea que se disfrute solo, en las rocas, o en cócteles, el Brandy es una bebida que no debe faltar en ningún bar; este reconocido destilado de vino, noble por naturaleza, es el compañero de entrañables conversaciones, consejos y risas. Para entender mejor su historia, debemos comprender su origen y trayectoria, tanto en el mundo como en Colombia, para disfrutar este destilado como se debe.

 

El brandy es un aguardiente que se obtiene a través de la destilación del vino y, aunque no hay claridad sobre su origen se dice que puede tener una historia más antigua a la que se conoce hoy en día. Data del siglo XII y se hace popular en el siglo XIV, inicialmente esta bebida estaba destinada a ser un método de conservación para facilitar el transporte a los comerciantes, pero se descubrió que al almacenar el destilado en barriles de madera se mejoraba considerablemente el producto en comparación al vino original.

 

La palabra Brandy viene del holandés Brand Win que significa Vino quemado y era la práctica que tenían los marineros de llevar su licor a otros puertos lejanos sin que este se dañara. En el trayecto tomaba el color y sabor de las barricas donde se transportaba, logrando una bebida pura de color ámbar con notas en nariz de almendras, avellanas y ciruelas pasas y en boca la madera y los frutos secos hacían la delicia de los consumidores.

 

En Colombia contamos con el privilegio de tener un ejemplar de esta bebida, y es gracias a que, en 1964, siguiendo los consejos de Don Pedro Domecq, y su hermano Don Jose Ignacio Domecq, a quien se le conocía mundialmente como “The Nose”, en castellano, “La Nariz”, se importó el primer alambique en forma de cuello de cisne al Valle del Cauca, lugar donde ya se cultivaba la vid. Se comenzó la destilación de vino elaborado con uvas colombianas para producir las “holandas”. Más tarde y gracias a su envejecimiento en barriles de roble americano traídos de Jerez de la Frontera, conocidos como “botas jerezanas”, nace el primer brandy colombiano, Brandy Domecq. La importancia y éxito de este evento fue tal que hoy Colombia es uno de los principales consumidores de brandy en el mundo.

 

Bebida que se ha logrado imponer en las casas de los colombianos donde muchos la disfrutan en compañía de sus seres queridos y mejores amigos. Algunos lo prefieren puro de manera que puedan apreciar su sabor agradable y balanceado, o en las rocas para distinguir su aroma a roble y frutos secos; aunque hay quienes lo toman bien frio y en shot para acompañar una buena conversación. No podemos dejar de mencionar el famoso “carajillo”, una bebidas de café con brandy, receta de origen español donde se mezclan y potencian los aromas del café y brandy.

 

El brandy es muy versátil en su forma de consumo y varía según la región del país. Para aquellos que buscan alternativas para disfrutar un brandy existen recetas muy fáciles de preparar; que tal sacar la botella bien fría de Brandy Domecq a unos 10º C y servirla en un vaso corto con unos cascos de naranja, incluso añadirle soda y hielo, para completar una experiencia verdaderamente sublime. Aunque para aquellos que están en la búsqueda de nuevos sabores y experiencias, les aconsejamos el Domecq Mule, coctel refrescante y perfecto para disfrutar en casa:

 

Domecq Mule

Ingredientes: – 4 oz de Ginger Beer, -1 1/2 oz de Brandy Domecq y zumo de limón.

 

Preparación: Combinar el Brandy Domecq con el Ginger Beer en un vaso corto lleno de hielo, adicionar el zumo de limón.