Cuando tercerizar es una opción
Tener un área de tecnología que atienda las necesidades de la empresa es algo que requiere de esfuerzos económicos muy altos, que además pueden distraer la concentración de la empresa para seguir siendo competitivas. Las micro, pequeñas y medianas empresas necesitan optimizar sus herramientas tecnologías, y deben hacerlo de manera rentable y segura.
La solución es tercerizar los procesos tecnológicos, para lo que hay que asegurarse de contratar con una buena empresa que preste los servicios de consultoría, asesoría y soporte. En el mercado se encuentran proveedores que ofrecen una amplia experiencia, diversidad de recursos y soluciones a la medida de las Pyme. A continuación algunas de las ventajas de contratar con una buena empresa de soporte tecnológico.
Ahorra tiempo para centrarse en las principales funciones del negocio, pues resulta inoficioso dedicar personal para la búsqueda de soluciones y aplicación de nuevas tecnologías cuando este no es el core del negocio. Con una empresa experta el frente de las soluciones tecnológicas, el personal de la compañía realmente puede dedicar el tiempo desarrollar estrategias que generen ingresos al negocio.
Soluciones y servicios de tecnología mejores, más rápidas y económicos, ya que usando las buenas prácticas desarrolladas a lo largo de los años de experiencia en el sector de las tecnologías de la información, estos proveedores realizan las tareas de manera más eficiente y con un mayor grado de eficiencia que como lo podría hacer una Pyme que nada tiene que ver con tecnología. Todo esto se traduce en ahorro de tiempo y dinero.
Reducción de costos y control de gastos operativos, pues en la mayoría de casos las Pyme gastan entre el 25% y el 50% menos por tener el soporte de forma externa que por tener un ingeniero o técnico contratado directamente. El ahorro incluye gastos de contratación, entrenamiento, vacaciones, incapacidades, etcétera. Tercerizar la labor tecnológica permite que los costos se presupuesten, planeen y controlen mejor.
Obtener recursos bajo demanda, ya que muchas pequeñas y medianas empresas se encuentran con el desafío del crecimiento, mientras que algunas enfrentan situaciones en las que deben reducir personal. En ambos casos, las empresas pueden necesitar añadir o reducir los requerimientos de soporte técnico impactando directamente los costos. Esta flexibilidad debe estipularse en los contratos que se realicen con la empresa que presta el servicio.
Mejora la productividad permitiendo la comunicación, colaboración y el intercambio de conocimientos que permiten innovar a los empleados, si bien este es el objetivo de la tecnología, esto solo se cumple cuando es planificada, implementada y mantenida adecuadamente. Esta práctica siempre está mejor en manos de empresas que son expertas en soluciones y en ponerlas en práctica.
Aprovechar la tecnología más novedosa para posicionarse frente a la competencia, puesto que los proveedores de soluciones tecnológicas y soporte se mantienen al día con los últimos avances tecnológico para ponerlos al servicio de sus clientes. Saber cómo implementar lo último en hardware, software y aplicaciones corporativas disponibles, así como saber en qué tecnologías no invertir, resulta eficiente para el funcionamiento y las finanzas de la empresa. Esto además ofrece una ventaja competitiva y aumenta la capacidad de reacción ante las amenazas de la competencia.