¿Cuál es el panorama para las empresas?

El panorama económico del país es totalmente incierto en este momento. Por primera vez en seis años el precio del petróleo cayó por debajo de US$50 y la inflación en cifras anuales superó el 4%. Eso sin mencionar que la semana pasada el dólar alcanzó los $2.600, nivel al que no llegaba desde el año 2006.

Apenas se está terminando el primer trimestre del año, y ya los pronósticos empiezan a variar para los analistas económicos. En cuanto a crecimiento, el último informe de coyuntura macroeconómica del fondo de inversión JP Morgan considera que la economía colombiana se desacelerará, y le apuestan a un crecimiento económico de 3,3%. Por su parte el Banco de la República estima que este año el PIB se incrementará un 3,6%, mientras que Fedesarrollo proyecta que el incremento será de 3,5%.

Desde 2014 se venía venir una caída en las exportaciones, sin embargo las cifras registradas en el primer mes del año no dejan de ser preocupantes. Según el DANE, este indicador registró una caída de 40,2% con respecto al mismo mes de 2014, las ventas al exterior están en el nivel más bajo desde 2010. Estas cifras se dan justo con el precio alto del dólar, momento en el que cualquier exportador quisiera aumentar sus ventas.

Por su parte, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) está pensando en bajar su pronóstico de crecimiento para 2015 de 3,8% hacia un rango entre 3 y 3,5%. Esto como resultado del fuerte embate provocado por el desplome de las cuentas externas, la acelerada devaluación y su impacto sobre la inflación.

Según los pronósticos de Alianza Valores, «la tasa de cambio seguirá en $2.600 en el corto plazo y es probable que toque los $2.800 en el segundo semestre. El punto es que el fortalecimiento del dólar es una cuestión global, por lo que la mayoría de las monedas del mundo seguirán perdiendo valor. De manera que las volatilidades podrían continuar dentro del mercado colombiano, que es una característica incómoda para los inversionistas».

Sin embargo, el Gobierno considera que la devaluación del peso colombiano no es necesariamente nociva. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destacó que «un dólar más alto es bueno para la economía, nos ayuda enormemente a tener a los sectores industrial, agropecuario y del turismo con más oportunidades».

El funcionario reconoció, además, que el dólar caro le pega a la deuda externa, pero no tanto como en otros tiempos, porque ahora sólo el 25% de las obligaciones externas son en dólares. Se tiene previsto que para este año el pago de intereses de la deuda pasará de $17,3 billones en 2014 a 20,9 billones en 2015.

Pero el sector empresarial lo ve de otra manera, pues el alza en el precio del dólar le ha pasado una factura abultada a los costos de las empresas.

Según los expertos, la inflación podría ser el indicador que más variaría en su comportamiento. Durante la primera mitad del año se podrían presentar presiones al alza a raíz del crecimiento de la tasa de cambio, ya que este fenómeno encarece los productos importados de la canasta familiar colombiana. Esto ha llevado al mercado a considerar una posible alza de la tasa de interés por parte del Banco de la República, pero esto solo se daría en caso de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) supere el 5%.