Compañías Fintech: una solución para los trabajadores independientes en la reactivación poscuarentena

Pocos meses antes del inicio de la pandemia, Cristian Manuel había cumplido el sueño de su vida: tener una barbería propia. Lo hizo con sus ahorros de varios años de trabajo y, también, con la ayuda de un familiar, que le prestó un dinero para comprar los insumos y los equipos que necesitaba para atender a sus clientes.

Pero con el inicio de la cuarentena el año pasado, sus planes estuvieron a punto de acabarse. “Fueron meses muy difíciles, en los que creí que íbamos a quebrar. Afortunadamente, las barberías fueron uno de los primeros negocios en volver a funcionar bajo la nueva normalidad, por lo que pudimos seguir a flote”, relata este hombre de 35 años. “Eso sí, lo que nunca me imaginé era que la reactivación iba ser casi o igual de difícil, pues ahora que necesito reinvertir en mi negocio, no cuento con el capital necesario, y mi familiar, que inicialmente me había ayudado prestándome una plata, ya no puede hacerlo. Y, claro, en estos momentos acudir a un banco no es la mejor opción para mí…”.

Al igual que Cristian, hoy son 10 millones de trabajadores independientes los que se han visto afectados por la emergencia del coronavirus, de acuerdo con cifras del Gobierno Nacional. Una población que, si bien no está catalogada como “vulnerable” por las autoridades, en muchos casos tampoco cuenta con los recursos económicos suficientes para enfrentar la crisis actual, debido a las restricciones sanitarias que dificultan la realización de sus actividades comerciales y, especialmente, a las barreras que encuentra en el sector financiero a la hora de acceder a algún tipo de crédito o préstamo bancario.

En este escenario, las compañías del sector fintech están cumpliendo un rol fundamental, al permitirles a más personas y trabajadores como Cristian acceder a métodos de financiación confiables, simples y rápidos, para que sus negocios puedan seguir operando, sin tener que resolver sus necesidades en la informalidad (como recurrir a un familiar o al popular ‘gota a gota’).

De acuerdo con Ana Barrera, cofundadora y CEO de AFLORE, una fintech colombiana que desde 2014 distribuye préstamos simples a hogares y negocios por medio de una comunidad de Consejeros comunitarios, “para muchos trabajadores independientes, formales e informales, la reactivación post-cuarentenas va a ser incluso más dura que las cuarentenas como tal. Por eso buscamos ayudarlos a través de un modelo basado en la tecnología y la confianza, para que puedan acceder a los servicios financieros de manera cómoda y descomplicada, sin tener que comprometer su economía o la estabilidad de su negocio. Algo que, según perciben ellos, no les ofrecen los bancos”.

Menos trámites, mayor confianza:

Según el último Reporte de Inclusión Financiera, más de 20 millones de adultos en Colombia no están accediendo a productos de crédito. “Algunos no necesitan endeudarse, pero muchos otros prefieren obtener sus préstamos en la informalidad. Esto sucede porque a pesar de que los bancos han hecho esfuerzos para desarrollar productos de inclusión financiera, no han logrado del todo servir a esta población”, comenta Barrera.

En el caso de los trabajadores independientes, muchos de ellos también prefieren acudir a préstamos informales, pues perciben que el sistema financiero no los atenderá adecuadamente, ya que no cuentan con un ingreso estable o el respaldo de una gran empresa. Por eso, compañías como Aflore se encargan de llevar soluciones financieras amigables a hogares y negocios, a través de un modelo basado en la confianza, que les permite a las personas y a los trabajadores independientes acceder a los préstamos que tanto buscan y necesitan.

“A diferencia de los bancos, prestamos dinero como la gente necesita: de manera rápida, cómoda y sin complicaciones, pero con el respaldo de una entidad seria y formal. Para ello, contamos con una Comunidad de Consejeros, que son personas reconocidas en sus barrios y comunidades, las cuales se encargan de ofrecer los créditos dentro de su círculo de confianza en representación de Aflore, para que más personas y trabajadores puedan alcanzar sus metas y mejorar su calidad de vida”, explica Barrera.

En el caso de Cristian, fue una Consejera de su barrio la que lo animó a solicitar un préstamo con Aflore, porque conocía las dificultades económicas que tenía para mantener su negocio a flote gracias a la relación de confianza que existe entre ellos dos desde hace varios años. “Sin mucho papeleo y trámites, logré acceder a un préstamo con el cual puedo mantener abierta mi barbería, sin tener que comprometer mis finanzas o las de mi negocio, ya que las cuotas son fáciles de pagar y los intereses no son muy altos”.

Luz Marina, por su parte, pertenece a los más de 6 mil Consejeros activos que tiene Aflore actualmente en Bogotá y Medellín, que conocen de cerca la vida personal y financiera de los miembros de su comunidad, y que actúan como puente para que ellos o ellas puedan acceder a préstamos formales. “Lo que más me gusta de ser Consejera es que puedo ofrecer los créditos de Aflore a través de la aplicación en mi celular. Como todo está organizado y a la mano, me permite enfocarme en mi trabajo y, en mi tiempo libre, ayudo a mi gente cercana a lograr sus metas con estos créditos. Usted no se imagina el sentimiento de alegría cuando una de ellas se acerca a agradecerme. No tiene comparación”, asegura esta mujer de 54 años. “Además, recibimos comisiones y premios que nos ayudan a generar un ingreso extra para ahorrar o invertir en lo que necesitemos”.