¿CÓMO LOGRAR UNA CULTURA ORGANIZACIONAL BASADA EN LA FELICIDAD?

A raíz de la pandemia, la salud emocional de los colaboradores salió a flote en diferentes organizaciones donde los planes de bienestar y las estrategias de salario emocional comenzaron a tener mayor relevancia. Muchos trabajadores bajaron sus rendimientos debido a que no se sentían a gusto en sus ambientes laborales y es que diferentes estudios han ligado la felicidad con la productividad de los empleados, por eso, es necesario crear modelos de cultura organizacional basados en la felicidad.

Con algunas empresas regresando a la presencialidad es importante crear una nueva estrategia de cultura organizacional para continuar promoviendo el bienestar laboral y que, de esta manera, los equipos de trabajo continúen motivados y cuenten además con tiempo personal de calidad.

Herramientas

Dentro de las herramientas corporativas que buscan la felicidad de los colaboradores, surge la psicología organizacional positiva, la cual se centra en el estudio del funcionamiento óptimo de las personas en el contexto laboral. Esta disciplina señala que un buen ambiente de trabajo es reflejo de que los trabajadores gozan de pleno bienestar, lo cual aumenta las capacidades laborales, y en última instancia, beneficia a las empresas.

“La resiliencia es la capacidad que tienen los seres humanos para superar las situaciones adversas. En el modelo de felicidad empresarial, es esencial promoverla para que los trabajadores puedan afrontar las dinámicas del trabajo (retos y problemas) de forma positiva, y más en un momento en donde el retorno a la presencialidad romperá la rutina que muchos tenían en casa”, mencionó Miguel Obregón, experto a cargo del bit “¿Cómo lograr una cultura de la felicidad?” de UBITS.

Es indispensable que las empresas que, en estos momentos, o a futuro, planean que sus equipos regresen a cumplir horarios y tareas presencialmente, fomenten la felicidad de sus colaboradores diseñando espacios que promuevan el trabajo colaborativo y el desarrollo de carrera. Esto contribuirá a que el trabajador tenga un balance entre su vida personal y laboral para que este cambio de rutina no afecte su desempeño.

De esta forma, existen varios modelos dentro de la cultura de la felicidad. Por ejemplo, la metodología PERMA (P: “Positive Emotions” (Emociones positivas), E: “Engagement” (Compromiso), R: “Relationships” (Relaciones positivas), M: “Meaning and purpose”. (Propósito y significado) A: “Accomplishment”. (Éxito y sentido del logro), el cual está relacionado con las actividades que se deben desarrollar para tener empleados altamente involucrados con la misión y visión de la empresa. Mientras que el modelo HERO, significa organizaciones saludables y resilientes, haciendo referencia al bienestar que deben tener las personas que componen una organización. Es por esto por lo que estos dos modelos siempre deberían ir engranados al interior de las organizaciones.

Aunque parezca complicado, la felicidad y el bienestar se pueden medir. Es el caso del Índice Mundial de la Felicidad, un informe que mide este componente en más de 155 países alrededor del mundo, con base en factores económicos y humanos como el PIB per cápita y haciendo un análisis sobre la compasión, la libertad, la generosidad, la salud, y el buen gobierno, entre otros aspectos. También, existe El Pemberton Happiness Index, que tiene como objetivo medir la felicidad a partir de dos variables: el “bienestar recordado” y el “bienestar vivido”, y se mide a través de 10 afirmaciones a las que las personas dan una calificación en una escala de 1 a 10.

Consejos finales

Para crear una estrategia exitosa, puede tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Dejar claros los valores de la compañía y ayudar a que los líderes los fomenten.
• Desarrollar un plan de bienestar de acuerdo con las necesidades de la empresa.
• Fomentar la comunicación, retroalimentación y la transparencia en la compañía.
• La inteligencia emocional es clave para tener organizaciones enfocadas en el bienestar y la felicidad. Te recomendamos capacitar constantemente a los equipos de trabajo en el manejo de las emociones.