
Capacitaciones experienciales, un regalo de fin de año para los empleados
La formación del talento humano es una de las mejores herramientas para potencializar el desarrollo profesional de sus colaboradores, pues además de fortalecer las habilidades de los colaboradores, les permite a las empresas contar con personas más productivas, eficientes y comprometidas con la labor que desarrollan.
En los últimos años el concepto de capacitaciones experienciales ha tomado fuerza en el mundo empresarial, pues les facilita a los trabajadores aprender desde su exploración personal a través de juegos y simulaciones que pueden conectar con sus emociones, así como analizar los aspectos que deben mejorar de una manera inductiva.
“Gracias a este concepto de formación hemos logrado fortalecer competencias como el trabajo en equipo, el liderazgo, la comunicación, la creatividad, entre otros, habilidades indispensables para cualquier trabajador y que se ven retribuidas en el éxito de las empresas. Además, es un espacio en el que las personas aprenden mejor desde su auto-exploración y vivencias personales”, asegura Carolina Saggiomo, Gerente de Formación de Adecco.
Las empresas pueden elegir diferentes métodos como la capacitación ‘Indoor’, que por lo general, se desarrolla en un aula cerrada, acompañada de actividades dinámicas como simulaciones de oficios, resolución de casos o ejercicios de team building. Por otro lado, la formación ‘outdoor’ consiste en el desarrollo de pruebas o juegos al aire libre con una metodología de aprendizaje netamente vivencial, que permite mejorar el entorno personal y profesional.
“Gracias a este método de capacitación experiencial es posible estimular la confianza, la motivación y el trabajo en equipo, así como incentivar el liderazgo, la capacidad de delegar, la adaptación al cambio, solidificar la confianza entre compañeros de trabajo y su compromiso con la empresa. Cada una de las actividades se diseñan con base en situaciones y necesidades detectadas en los colaboradores, para que el grupo analice en profundidad sus comportamientos y vincule estas actitudes a las conductas en el trabajo”, puntualiza Saggiomo.
Brindar estos espacios al trabajador fomenta en las personas un mayor compromiso por su trabajo, así como la apropiación de competencias y/o habilidades para su labor diaria y la interacción con su entorno. El resultado de estas acciones también tendrá un impacto favorable para la empresa y su relación con sus clientes, gracias al trabajo de un talento humano mejor preparado para ofrecer un servicio eficiente y competitivo. Apostarle al desarrollo del capital humano se convierte en una oportunidad propicia para cerrar el año en las organizaciones, donde los colaboradores ganarán una experiencia de crecimiento para consolidar su rol en las empresas.