
BANCAMÍA PRESENTA LÍNEAS DE ‘CRÉDITOS VERDES’ PARA MICROEMPRESARIOS
Un alto consumo de energía, unido al poco aprovechamiento de las ventajas que ofrecen los nuevos avances en ecoeficiencia, puede afectar la productividad de microempresas, que mejorarían su actividad con un sistema de energías renovables, como los paneles solares, movilidad sostenible como motos y bicicletas eléctricas, los sistemas de refrigeración, estufas y hornos ecoeficientes.
En estas y muchas otras realidades es en las que ha pensado Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, para seguir acompañando el desarrollo productivo de los microempresarios y pequeños productores agropecuarios, de una manera sostenible, donde la resiliencia, la generación de ingresos adicionales y la disminución de gastos, impactan de manera importante el crecimiento de los negocios, incorporando medidas que ayudan al cuidado del medioambiente.
Es así, como en el marco de la reactivación económica que atraviesa el país, la entidad pone a disposición las líneas “Crediverde Energía” y “Crediverde Adaptación”, dos productos financieros que fomentan la puesta en marcha y fortalecimiento de proyectos amigables con el planeta.
Estrategia
La primera línea está destinada para que los microempresarios reduzcan su vulnerabilidad, mediante el acondicionamiento de sus negocios con elementos que les ayuden a disminuir el consumo de energía, a través de cinco medidas: hornos y estufas ecoeficientes, sistemas de refrigeración ahorradores, sistemas de iluminación de bajo consumo, instalación de paneles solares y movilidad sostenible (vehículos eléctricos).
Por su parte, ‘Crediverde Adaptación’ ayuda a que los pequeños productores agropecuarios implementen medidas de adaptación al cambio climático que les permita minimizar los riesgos asociados al clima, como inundaciones, sequías y daño de suelos, entre otros, a través de biodigestores, abonos orgánicos, invernaderos, huertos familiares, reservorios de agua y 20 medidas más que financia Bancamía.
Esta solución financiera la viene trabajando el banco desde hace algunos años en un grupo pequeño de oficinas, en el marco de la puesta en marcha del programa Microfinanzas para la Adaptación al Cambio Climático Basada en Ecosistemas (MEbA), liderado por ONU Medio Ambiente, pero ahora se masificará a todas las sedes del país, donde en 45 de ellas habrá mayor foco por su vocación de atención a clientes rurales.
Con esta línea, Bancamía ha desembolsado cerca de $7.200 millones a pequeños productores agropecuarios. Y, por ejemplo, Giovani Zuluaga, un campesino ubicado en la vereda Zanja Honda, en el municipio de Roncesvalles, Tolima, ha sido uno de los microempresarios rurales que ha hecho uso de “Crediverde Adaptación” en este 2021. A sus 57 años tiene una granja familiar en donde cría gallinas, pollos y cerdos, además de cultivar tomate, aguacate, café, pimentón, maíz y cilantro. Gracias a este programa, empezó su proceso de inclusión financiera y pudo adquirir abonos orgánicos para sus cultivos, cuyos frutos tienen un componente muy importante de conservación de los ecosistemas.
Junto a esto, se ha incorporado un modelo de inclusión financiera a nivel rural que permite la bancarización de las poblaciones rurales en campo, facilitando los procesos de apertura y recaudo en cuentas para promover la cultura de ahorro, la disciplina para el logro de sus objetivos y la generación de historial de buenos hábitos para su desarrollo, el de su familia y el de su comunidad.