Apalancamiento financiero para asegurar el crecimiento

El apalancamiento financiero es simplemente hacer uso del endeudamiento para financiar una operación de la empresa. Es decir, en lugar de realizar una operación solo con fondos propios, se hará sumándole recursos provenientes de un crédito. La principal ventaja es que se puede multiplicar la rentabilidad, y el gran inconveniente es que la operación no salga bien y se acabe siendo insolvente.

En la experiencia, los empresarios Pyme han aprendido que la deuda es buena siempre y cuando se mantenga un equilibrio entre la deuda y el capital de la empresa. Por esta razón el área financiera de una Pyme debe saber que este tipo de decisiones son de competencia de la gerencia, y requerirá necesariamente comparar y evaluar las diferentes alternativas del mercado.
Parte de la política de financiamiento de un negocio es establecer la estructura del mismo; es decir, el porcentaje de la inversión que se hará para determinado proyecto proveniente de recursos propios, y el porcentaje que necesita financiarse. La decisión que se tome l respecto tiene mucho que ver con el análisis que se haga sobre las consecuencias de la estructura. En este proceso se debe analizar lo positivo y lo negativo.
Para tomar la decisión de hacer uso o no, es preciso entender cómo funciona el apalancamiento financiero, ya que este es el efecto que se produce en la rentabilidad de la empresa como consecuencia del uso de la deuda. Pero también es importante precisar qué se entiende por rentabilidad, para poder comprender si ese efecto es positivo o negativo. La rentabilidad no es sinónimo de resultado contable (beneficio o pérdida), sino de resultado en relación con la inversión.
Es importante aclarar que el incremento en la rentabilidad se produce cuando el aumento en el nivel de endeudamiento no la perjudicará. Es decir estos nuevos fondos serán empleados en nuevos proyectos de inversión que proporcionen una rentabilidad que asegure la creación de valor en la empresa.
Por otra parte, el costo de la deuda no es el único factor determinante para establecer una política de financiación correcta. Tener una mayor cantidad de deuda lleva consigo un nivel adicional de riesgo, que de no ser manejado cuidadosamente, puede conducir a resultados muy malos. Sin embargo, si se utiliza inteligentemente traerá como consecuencia utilidades extraordinarias para los accionistas. Si la empresa carece de estos proyectos y no tuviese perspectivas de corto plazo, no hay motivo para hacer uso del apalancamiento.
Los topes para endeudarse dependen de la capacidad del equipo directivo para gestionar el crédito. Este uso apropiado es una vía para conseguir mejorar la rentabilidad sobre los recursos propios de la empresa y, en consecuencia, generar valor.
La clave está en gestionar con acierto la cantidad de deuda asumida, para lo que es esencial mantener una actitud proactiva que se base en el conocimiento del negocio y en las perspectivas sobre su evolución futura. Para lograrlo, el equipo directivo debe analizar y tomar decisiones sobre aspectos tales como: costo real de la deuda, naturaleza del tipo de interés (fijo o variable), naturaleza del endeudamiento (moneda nacional o extranjera) y actitud ante el riesgo.